miércoles, 30 de septiembre de 2009

...


Después de 7 años... nunca he hablado de ello... pero...
Mirando al cielo necesito encontrarme con tus ojos...
Necesito encontrarme contigo...
Que seas mi cobijo...
Nunca lo leerás...
Ya nunca estarás... pero... pero iré a tí...
...
Perdoname... pero, hoy...

- Hola, ¿Qué tal?... Me llamo...
- Yo...
-Gracias por hablarme...por...por sonreirme...
- Es lo menos que puedo hacer...
-Yo vengo de... no conozco a nadie... bueno... ahora a ti...
- Para lo que necesites, aquí estaré...
-... (minutos tras minutos sumergida contigo en mi mundo...)

Sus ojos, mis ojos, sus labios, mis labios...

Aún sabiendo que no lo leerás... lo siento...

...Asomando mi cabeza... con miedo... Escondida


1 comentario:

  1. Esa resignación tan hermosa, ese ofrecimiento a un aire que no lo acoje, ese latir por algo sublime, que se te aleja.
    Las palabras dichas así nunca se pierden, puede que no alcancen los oídos oportunos, pero son lo perfectamente selectas como para enternecer corazones que las interpreten.
    Me dice el alma que tienes entrega porque tienes sueños, y los sueñas a idioma perdido en las expresiones.
    No concibo un siliencio injusto, o una falta de respuesta, así que aquí tienes mi comentario suplente, quizá sea insuficiente, pero solo trata de hacer justicia a una belleza escrita por ti.
    Un beso.

    ResponderEliminar