
Cuando en silencio no se hablar…
Cuando es caída tras caída…
Cuando no me quiero curar…
Cuando todo se va…
Cuando lo único que queda es ver la sangre…
Cuando solo quiero ver que se desliza por mi cuerpo…
Cuando la única salida es la muerte…
Cuando no…. Cuando sí….
Cuando todo se acaba…
Cuando todo se acabó…
Cuando mi cabeza cierra sus puertas...
Cuando mi corazón no volverá a vivir…
…
Ahora solo queda el fin…
…
Escondida y ahora no saldré…ahora es cuando tengo miedo… ven a por mí por favor…necesito tu mano…
Me gustaría imaginar que ese lazo de salvación pudiera emerger de mi persona, porque lo desgranas con una eficiencia tan dolorosa como llena de hermosura del corazón.
ResponderEliminarY me has conmovido.
Una llamada así se merece la respuesta más sublime que el alma pueda deshubicar de si misma.
Y me concedería a mi mismo, la más leve ilusión de que una sed así podría ser calmada con mi agua cristalina.
Sencillamente hermoso tu escrito.
Y te estoy agradecido por compartirlo.
Un besiño... y gracias por visitarme.
...no sé que manos quieres, pero yo te ofrezco la mía... = (
ResponderEliminarCoge mi mamo y yo te ayudaré.
ResponderEliminarBiquiños
Me ha encantado lo que escribes, porque es lo que siento yo la mayor parte de mi tiempo y nunca he sido capaz de expresarlo tan bien.
ResponderEliminarPasate por mi blog y bueno que sepas que puedes hablar conmigo cuando quieras.
Saludos!