Invictus
En la noche que me envuelve
negra como un pozo abominable
yo agradezco al dios que fuere
por mi espíritu inconquistable.
Atrapado en este circunstancial lugar
yo he gemido pero no he llorado
ante las puñaladas que me deparó el azar
mi cabeza sangra, pero no me he postrado.
Mas allá de este lugar de furia y de lágrimas
me acosan las sombras con terror.
Pero tantos años de amenazas
me encuentran sin temor
Ya no importa cual fue mi camino
ni cuantas culpas he acumulado.
Soy el dueño de mi destino
Y mi alma yo mismo he guiado
Día tras día me cruzo con personas,
Con sentimientos, ilusiones, sueños…
Y me pregunto ¿Son ellos los que guían su alma?...
Más allá de las lágrimas… más allá…
Invictus ante los dioses y las religiones que, para mi, son los más fervientes opositores del espíritu. Siento que hay que viajar Adentro, con dolores, temores y lágrimas incluidos, como bien dices, siendo guías de nosotros mismos y aprendiendo de la semilla espiritual que portamos.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno!
Yo creo que el destino esta escrito como punto de llegada... pero soy yo quien tomo las decisiones y tengo que aprender a vivir con las consecuencias de aquello...
ResponderEliminarLas risas, las lagrimas, el amor, el desamor no son mas que el matiz de una vida por la cual debemos caminar....
Un abrazo.
JALE
Pues,eres valiente, y ahí estas, caminando, a pesar de todo...y siendo el mejor guia de tu propia alma, con la tierna savia, y la poderosa sabidúria acumuladaa través del tiempo...
ResponderEliminarUn abrazo Eterno